miércoles, 29 de agosto de 2012

Primera Novela. Introducción. CRY ANGELS

Querido Diario.
Este es el principio de la primera historia que redactaré aqui. La idea se ha desarrollado a partir de un sueño... así que por ahora es muy muy general. escribiré lo que surja.
..............

Hola, mi nombre es Jammes Bruce... me han contratado para que escriba mi historia y luego la puedan adaptar al cine... no tiene mucho sentido, ya que en realidad no cuenta nada.. pero si me pagan, ADELANTE!.
Esto paso cuando estaba yo con unos amigos tomando una cerveza en el local de siempre, Cry Angels(que si, asi es como se llama la novela), cuando un tipo de voz entrecortada me llamo desde Barcelona para proponerme una película... pero al parecer necesitaban más información sobre mi vida de la que tenían. Y no, no esque yo sea famoso ni nada... que va, soy un tipo normal... bueno ''normal'', destaco entre la gente, eso si, pero no he llevado una vida especial ni nada, asi que me sorprendió bastante.
Sucedió hace una semana y ya estoy delante de mi portatil escrubiendo esto..a mis 35 tacos.. ahora que echo la vista atrás me sorprende seguir con vida. Como siempre que ando trasteando en el ordenador me encuentro tirado en el sofá que he conocido siempre desde que tengo recuerdos (no recuerdo apenas nada de Seattle, donde naci), por mucho que pasen los años sigue siendo exactamente igual de cómodo.. o más, no lo se la verdad.
Lo cierto es que hay cosas que no han cambiado nada desde mi nacimiento... mi pasión por la música, mi sofá, o mi adicción a la Coca-Cola (ahora mismo tengo encima de la mesa unas 5 latas vacías). Llevo ya unos días dándole vueltas a la cabeza sobre como presentarme. Había pnsado en algo sistematizado al esilo futurista ''Varon, 35 años de edad. Origen estadounidense. Actualmente reside en España'' pero me parecía demasiado seria para lo que yo soy. También pensé en algo acorde con mi personalidad, de cine, tipo ''Me presento, mi nombre es Bruce, Jammes Bruce'' pero tampoco me convence del todo... En total no se cuantas veces he empezado a escribir ya. Me gusta hacer las cosas bien y olvidar mis errores.
Sincerandome con vosotros: NO TENGO NI PUTA IDEA DE ESCRIBIR... pero al menos lo intento. Tampoco es que mi historia sea una genialidad sobre la que hacer 4 o 5 películas que formen una saga millonaria, pero ya se sabe que Santiago Ruíz es un director muy extrabagante... de echo ni le conocía hasta que me llamo el otro día. Me he visto un par de películas de este tio esta semana, Arena y Carreteras Llanas, las dos son muy buenas en los guiones... cuentan cosas irrelevantes si te paras a pensarlo, pero si que son historias, asi que tampoco es una especie de Kevin Smith español (nadie es tan genial como ese tio), pero sus películas son bastante entretenidas asi que voy a aceptar el reto, a ver que tal sale...
He intentado ponerme música mientras escribo... pero parece que me distrae más de lo debido, asique me conformo con uno de esos discos de Jazz neoyorquinos de 'New Talent' que casi nadie conoce. El Jazz está bien, de fondo... pega con todo, desde una romántica cena a una tarde escribiendo una novela(la verdad es que casi está anocheciendo)...pero a mi este tipo de Jazz tranquilo y sin voz me aburre bastante por si solo, por eso lo utilizo para escribir o trabajar: No me distrae pero tampoco me hace sentir solo en casa. Es un poco como esa gente que tiene puesto el televisor las 24h del día... yo odio la televisión, para que os hagais una idea aproximada de eso: En mi casa no hay ninguna tele. El estante donde debería de estar ese aparato está ocupado por un equipo de música antiguo, de los 90 en España... me encanta, es una de las cosas a las que más aprecio tengo. Es un trasto enorme que ya ni sintoniza la radio, pero me encanta. Hay un montón de casettes pirata desperdigados por el mueble. Por supuesto, no hay mando... todo tiene que ser manual, me encanta.
Por el momento no tengo pensada ni la estructura de este libro... como ya he dicho, nunca antes habia escrito nada... pero si quiero tenerlo para en día acordado debo de empezar cuanto antes. Nunca imaginé lo dificil que es hablar de uno mismo enfrentandose a una hoja en blanco... es más difícil que hacerlo cuando tratas de ligar. Y además, me doy cuenta de que se tarda mucho más en escribir que en leer... es decir, cuando crees que has escrito un buen par de páginas te das cuenta que el texto apenas ocupa media cuadrilla, y eso es bastante desmoralizador para un novato como yo. Pero en serio, me paro a pensar.. y si solo esta mini-introducción me está costando lo sullo ¿cuanto me va a costar escribir una novela entera?. De no ser por mi autoestima, que me impide abandonar un proyecto que me he propuesto, dejaría de escribir ya y pediría a algun profesional de veradad que lo hiciese, y, para ser francos, todos saldríamos ganando. El SrEscritor tendría su sueldo, a vosotros os llgaría una novela mil veces más interesante, y yo no me tiraría tantas horas frente a un portatil.
En fin, supongo que a vosotros os dará un poco igual... pero yo me voy a por otra Coca-Cola. Es curioso el efecto que tiene sobre mi. La cafeína es un estimulante, pero a mi me relaja... hay gente que fuma, yo bebo latas rojas como un loco. La mezcla de azúcar, gas y cafeína sin la que no soy persona...así es como podría describirse. Como con todo al principio no me gustaba, pero a la tercera vez que la probé me encantó y me hice adicto. Para mi las latas de Coca-Cola son los cigarrillos del fumador, cuanto más nervioso, extresado, y agobiado esté, más latas de 33cl me tengo que beber para no perder la calma y poder concentrarme en lo que sea que esté haciendo.
Se me olvidó deciros que soy disléxico perdido... aunque no creo que esto sea un dato relevante, ya que seguro que hay personas muy bien pagadas que corregirán esos detalles y erratas. A veces me pasa incluso hablando, antes, de crío, me daba mucho corte y me ponía colorado...ahora sigue sin gustarme pero he aprendido a disimularlo. Eso no descarta que siga avergonzándome de ello, y más cuando la gente se ríe de alguna metedura de pata cuando hablo. Estas últimas frases me llevan a hacerme una pregunta para mis adentros ''¿Por qué contar algo que me desagrada de mi?''... tal vez sea algo de estupidez humana, o yo que se. Pero supongo que al final de esta historia dará lo mismo, porque seguireís sin conocerme, sin saber quien soy... es más fácil sincerarse con los desconocidos, eso seguro.
Me recuesto en el sofá rojo de pana cuando mi cabeza roza una tela extraña, es la gabardina de la mujer que ahora vive conmigo en esta casa. La recojo, la doblo con cuidado y la pongo en el respaldo de una de las sillas del comedor (donde hay una mesa de madera para comer cuando somos más personas, es una de esas no muy caras y pequeñas, que se puede agrandar lebantando una parte de madera que queda oculta cuano se empotra contra la pared). Me quedo un momento distraído mirando el mueble y tratando de recordar de donde ha salido... pero no hay forma. No se en que momento de mis 35 años entró esa mesa en mi vida.
De repente recuerdo que tengo que seguir escribiendo y me vuelvo hacía mi viejo y cómodo sofá, donde ha quedado posado mi portatil gris plateado, pero de camino me quedo en la ventana. Es enorme... hace un día gris de esos que tanto me gustan, y llueve a cántaros. Es como imagino Seattle... algún día tendré que volver aunque me guste y la odie a partes iguales. Es noviembre, llueve, y hace frío... bueno, para mi casi siempre hace frío. Así pues, me separo de la ventana, donde el cruce de calles por donde no cesan de pasar coches se vuelve más y más oscuro debido a la lluvia, que aviva los negros y forma pequeños riachuelos junto a los bordillos, y el agua, a una velocidad de vértigo, cae calle abajo.
Cuando me vuelvo a tumbar en el sofá (esta vez sin gabardinas húmedas de por medio), cojo antes una manta de la cesta que está detrás. Es mi preferida... enorme y muy suave, podrían taparse con ella cinco personas, está tan usada como el sofá y el equipo de casettes, pero es que a mi me gustan las cosas desgastadas, suelen ser más cómodas. No todo, entendamonos, mi potátil por ejemplo es de lo último que ha salido, siempre he tenido ordenadores buenos... lo único bueno que he tenido de tecnología, mejor dicho, nuevo y moderno, porque si un aparato como el que hay delante de mi, donde debería estar la tele, sigue funcionando después de más de 20 años, es que es muy bueno. Sin embargo esta manta era de casa de casa de mi abuela y es una de esas cosas que no han cambiado desde mi nacimiento. Ella(mi abuela) se la dio a mi madre cuando nací... mi abuela paterna quiero decir, de la materna apenas se nada. Mi querida abuela... la echo de menos, la quería muchísimo... una de las mujeres a quien más he querido en toda mi vida.
Me enseñó a hablar francés. Su marido (mi abuelo paterno) era de un pequeño pueblo de Francia al que mi abuela, muy niña, se mudó con sus hermanas mayores para protegerse de la Guerra Civil y el franquismo. Allí conoció a su marido, se casaron muy jóvenes, a los 20 años, y en los setenta volvió a España con su marido. Mi abuela, a pesar de que se fué de aqui con apenas cuatro años, recuerda como era esto antes de la Guerra. Mis abuelos vinieron a España con sus hijos, sus cinco hijos. Y eso que cuando ya tenía a mi tio Fran Manuel, el mayor de todos a sus 16 años, sólo tenía dos o trés años más que yo. Por aquel entonces era normal tener hijos a los 21 años. Mi padre era el tercero de cinco hermanos, cuando volvió aqui no se si tendría los diez años recién cumplidos. En un principio se mudaron a un pueblo catalán donde aún está la casa donde ellos vivían, pero a mi no me gusta ir... soy un animal que adora las comodidades de la ciudad y el mundo desarrollado, aunque me sienta atraído por los vinilos y las cosas desgastadas.
El caso es, que soy de mil sitios y no soy de ninguno. Se hablar francés, inglés, castellano y catalán... a esto último me enseñó tambien mi abuela. Por si no os lo he dicho era una mujer fascinante que me mostró la pasión por los estudios de la lengua. Por algo enseñaba en una escuela durante casi toda su vida. Así que tengo bastantes mezclas de sangre, no soy el caballo de 'pura sangre' por el que todos apostarían en una carrera... Un poco americano, un poco francés y un poco español de todas partes. Curioso, teniendo en cuenta lo detestables que son para mi las mudanzas y los cambios de ciudad.
Creo que la frase que he dicho hace un momento, la de 'no soy el caballo de pura sangre por el que todos apostarían en una carrera' es muy describtiva. Mi vida se ha basado un poco en eso... no mucha gente se ha atrevido a apostar mi, pero lo cierto es que, para ser sincero, cuando alguien lo hace, hago lo imposible por no decepcionale. Funciono así, si no hay nadie que me anime me da un poco igual el lugar en el que quede clasificado... me basta con llegar a la meta, pero si alguna persona se lanza y echa suertes por mi, mi única meta es llegar antes. En esa carrera y en ese momento... cuando lo haga, ya habrá tiempo de pensar en otras cosas.
Por eso este libro, novela, cuento, historia... como queraís llamarlo (¿Autobiogrfía, tal vez?). Hay un tipo en Barcelona, Santiago Ruíz, que ha apostado por el caballo flaco sin conocerlo de nada, y haré lo posible, con mi falta de experiencia, por hacerlo bien. Aunque me tomará un tiempo... la vida ajetreada de un adulto no deja tanto tiempo libre para escribir como el que me gustaría.
De momento apenas tenéis datos sobre mi, pero espero que con el tiempo, comprendaís porque actúo así. Es más importante eso para mi, que el que sepaís mi historia. La de Jammes Bruce, el rockero rarito del barrio. A ver si así, de una vez por todas, la gente me toma en serio.

FIN DE LA PARTE 1


.............
Espero que esta parte os halla enganchado... aunque no cuente de momento nada sobre la historia. Aún no se si escribir un capítulo en la actualidad y otro en la historia propia... entrelazarlos, pero creo que eso ya se irá viendo. Podéis proponerme cositas.

1 comentario:

  1. buenas!!! no se si mucha gente leera tu blog, pero a mi este primer capitulo me ha gustado bastanteee sigue asi!!

    ResponderEliminar